sábado, 1 de mayo de 2010

ETIQUETA DE ALCOBA

3 consejos para no malograr la fiesta entre sábanas y poses.

• Cuidado con el exceso de entusiasmo:
Espasmos, gemidos, maullidos, arañones, es decir, cochinadas…todo se vale. De hecho, son recursos legítimos que celebran los movimientos de su pareja y lubrican los actos posteriores, pero tanto frenesí puede manifestarse también con menos dramatismo y más naturalidad, para no despertar incomodidades ni provocar miradas confusas con ojos perplejos. No se recomienda, pues, pegar de alaridos como si a uno l estuvieran acuchillando, ni gritar clichés al viento como “dame más, baby”.

• Consideración frente al empeño:
En plena laboriosidad, cuando una de las partes se muestra muy hacendosa y cree ingenuamente que el otro debe encontrarse en la cúspide del regodeo, ¡qué bajón!, él(la) susodicha(a), completamente desentendido(a), mira sutilmente el reloj o contesta el celular o, peor aún, lanzo un bostezo tamaño cocodrilo que duele como un petardo en la piel. Caballeros, señoritas: si la pareja se muestra hacendosa, la desconcentración o indiferencia debe ocultarse siempre… aunque sea por respeto.

• Pregunta prohibida:
Mientras el hombre, en medio de su performance eréctil, piensa con algo que no es su cerebro, algunas mujeres siente la necesidad de preguntarle repentinamente:” ¿Me quieres?”. El chico podrá quererla de verdad o quererla, más bien, desnuda. Lo cierto es que dicha pregunta, además de provocar una repuesta predecible (“Claro que te quiero, desvístete”), genera un clima inoportuno que puede frenar el performance y reducir su espontaneidad. Atención: el mismo riesgo corren preguntas como: “¿alguien te ha excitado más que yo?”o “¿La tengo grande?”).


PD: agradecimientos especiales a Sexo, guía práctica de Perú 21.

1 comentarios:

Juanpa dijo...

jjaajajja que risa.

Interesante tu nota.

Solo te falta poner las poses del Kamasutra jajajaajajjjaa jajaajjaj

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